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viernes, 2 de agosto de 2013

VERDADES Y MITOS SOBRE LA HIDRATACIÓN


   

Con lo que ‘pega’ Lorenzo ahí fuera, estos meses lo mejor del entrenamiento es, sin duda, el refrescante premio posterior. ¿Agua bien fría, zumo o bebida isotónica?,¿café sí o café no?, ¿beber antes de tener sed o esperar?, ¿y la cañita? Probablemente hayas oído (o leído) todo tipo de consejos sobre la manera más adecuada de hidratarte y no resultaría extraño incluso que te debatas entre consejos contradictorios. En un nuevo intento de facilitarte las cosas, desmontamos ocho mitos sobre la hidratación.

MITO: Bebe ocho vasos de agua al día
REALIDAD: La cantidad exacta es una cuestión personal, dependerá de cada cual. La recomendación estándar es tomar 2, 5 litros diarios en el caso de los hombres y  en torno a uno más para las mujeres, pero la mejor guía es escuchar al propio cuerpo.

MITO: Orina clara, buena hidratación
REALIDAD: Su color es un buen indicador de la hidratación, pero no pretendas una orina totalmente transparente. Si observas que su color es similar al zumo de manzana o más oscuro, ¡alerta!

MITO: La cafeína te deshidrata
REALIDAD: Las investigaciones en este sentido no arrojan resultados concluyentes: el consumo de cafeína no conlleva directamente un aumento de la orina. Tus riñones ya están trabajando mientras realizas ejercicio, así que la influencia de la cafeína es menor. También hay que tener en cuenta los hábitos alimentarios a los que el organismo esté adaptado: si la tomas a menudo, su influencia será menor.

MITO: La sed no es un buen indicador de la hidratación
REALIDAD: La sensación de sed es el mejor referente para saber si estamos deshidratados, pero conviene que no sea el único. El nivel de sudoración, en especial en los rodajes largos, es otro indicador importante. Para calcularlo, pésate antes y después de una tirada larga: los kilos de peso que hayas perdido equivalen aproximadamente a los litros de agua que necesitarás ingerir para mantenerte alejado de la deshidratación.

MITO: El agua natural es la mejor opción
REALIDAD: Aunque siempre es buena, hay situaciones en las que el agua no es la mejor elección. En los meses de verano, por ejemplo, necesitarás reponer sales después de una tirada larga, así que las bebidas isotónicas son más adecuadas. Tu cuerpo desechará lo que no necesite.

MITO: No debes beber demasiado
REALIDAD: Como todo, beber en exceso también puede ser peligroso, por contradictorio que parezca. Si los niveles de sodio en sangre son demasiado bajos, la alarma de peligro se enciende y puede llegar a resultar muy peligroso. De nuevo, sensatez: escucha a tu cuerpo.

MITO: Beber mucho agua es la mejor manera de desintoxicarse
REALIDAD: En realidad no hay evidencia empírica para afirmar que grandes cantidades de agua depuren tu cuerpo. En todo caso, te ayuda a que los riñones estén trabajando. Así que los únicos que debieran beber ‘demasiada’ agua son quienes padezcan piedras en el riñón.

MITO: Una buena hidratación elimina el riesgo de insolación
REALIDAD: El riesgo de insolación aparece cuando tu cuerpo está por encima de 40º C y la deshidratación puede contribuir a favorecer su aparición. La temperatura del cuerpo aumenta a medida que lo hace la sudoración, así que es importante tomar las medidas pertinentes.

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