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sábado, 7 de febrero de 2015

ENTRENAMIENTO.....¿ARTE O CIENCIA?

 
"El Entrenamiento es el Arte y Ciencia del Rendimiento Humano."
"Es un Arte, porque cada uno da su toque único personal y de estilo a lo que hace."



"Es una Ciencia, porque hay método y proceso en el desarrollo de la obtención del rendimiento humano."
"Un Programa de entrenamiento más realista y ajustado a la experiencia, producirá los mejores deportistas ... " Esta es la escuela del entrenamiento como Arte.
"Solamente comprendiendo las teorías científicas, un entrenador podrá producir deportistas de primer nivel ... " Esta es la escuela del entrenamiento como Ciencia.
Ambas escuelas tienen razón en parte, y en parte no la tienen, y son por igual culpables de no servir al entrenamiento como profesión, ni a sus deportistas.
F. Horwill (1991), M. Freeman (1991), T. Bompa,1990, F. Dick (1978)
La teoría se desarrolla a partir de una experiencia anterior. Luego es comprobada por la experiencia que es producto de su aplicación. Los deportistas mejoran porque su entrenamiento evoluciona; el entrenamiento cambia a medida que ellos mejoran. Si el entrenamiento no evoluciona, los deportistas cesarán de mejorar.
Debemos ensayar nuevas ideas y enfoques. Estos, en su mayoría, son resultado de una teoría que todavía no se materializó.
La periodización intenta hacer que el proceso de entrenamiento pueda medirse de manera más objetiva y, por lo tanto, planificarse y evaluarse mejor en procura de un pico de rendimiento más confiable.
¿Esto hace que la periodización sea mágica?
Desde luego, no lo es. La afirmación de que la periodización del entrenamiento sigue leyes objetivas, independientes de la voluntad humana, se considera a veces irreconciliable con el carácter libre del trabajo creador del entrenador y del deportista, como un intento de encorsetar la actividad de éstos dentro de unos límites prefijados.
Pero pensar así es interpretar mal las cosas.
"La autonomía no consiste en una ilusoria independencia frente a las leyes naturales, sino en el conocimiento de estas leyes y en la posibilidad, sobre la base de este conocimiento, de utilizarlas ordenadamente para unos fines determinados". Esto se refiere tanto a las leyes de la naturaleza exterior como a las que rigen el ser corporal y espiritual del hombre...
En consecuencia, libertad de decisión no significa sino capacidad para tomar decisiones con conocimiento objetivo.
Todo entrenador experimentado sabe que el mejor índice de máximo rendimiento es el rasgo genético del deportista, y no un entrenador que sea mago, ni un entrenador que sea fisiólogo. Cuánto más observamos, más aprendemos; la teoría científica nos permite ser más eficientes al desarrollar ideas sobre el entrenamiento, pero aún cuando no contemos con una teoría, estamos ganando conocimientos científicos.
La experiencia obtenida de la observación de los efectos fisiológicos, biomecánicos y psicológicos del entrenamiento específico y de las estrategias, recogidos en un período de sesiones y en una cantidad de sujetos, sustenta el valor científico de la acción del entrenador .
Cuando el entrenador elude o pasa por alto lo científico, aprende más lentamente y sus deportistas pagan cara esa ignorancia. El precio que los deportistas pagan porque, imitando al avestruz, los entrenadores se resisten a aprender algo nuevo que la ciencia les brinda.
"Un entrenador aplicado debe constantemente tratar de complementar sus conocimientos y de mejorar su educación ... Las oportunidades para que el entrenador obtenga la idoneidad necesaria se la proporcionan las publicaciones que se ocupan de los diferentes campos del trabajo práctico en el deporte específico (técnica, metodología, entrenamiento), la teoría del entrenamiento y otros ámbitos de la ciencia del deporte". (Wolfgang - 1986)
Sin embargo, ninguna teoría tiene valor; a no ser que se base en la práctica. Existe el peligro de acentuar excesivamente lo teórico rechazando lo práctico, o de poner el control de la práctica en manos de teóricos inexpertos. Aprendemos con la ayuda de nuestros deportistas, o a costa de ellos.
Geoffrey Dyson (1980) señaló que, en el pasado, "los entrenadores tendían a considerar cada hecho como una experiencia aislada, con su propia imagen y enigma". Añadió correctamente: "en ésta época en la que el lenguaje de los eruditos importan tanto en el mundo, el disparate oscuro y "doctoral" es a veces aceptado, como erudición genuina".
La búsqueda del conocimiento es una aventura interminable, que bordea con la incertidumbre. En el entrenamiento, debemos mantener una mente abierta. Uno de los más grandes errores es, a veces, estar absolutamente seguro de alguna cuestión técnica, porque la historia de las ciencias, al igual que la historia de los deportes, muestra, una y otra vez, cómo teorías sacrosantas se derrumban ante una nueva evidencia adversa.
Un pormenorizado conocimiento teórico científico no es garantía de que un entrenador sea experto, y tampoco lo son los años de experiencia de un entrenador cuya mente esté cerrada para la ciencia y para las ideas que contraríen las nociones que él sustenta.
¿La ciencia pertenece al deporte? ... Por su puesto que sí, porque las leyes de la naturaleza y de su intérprete (la ciencia del deporte), gobiernan todo desempeño.
"A medida que los deportistas y los entrenadores continúen esforzándose en procura de niveles de rendimiento cada vez más elevados, el científico especializado en deporte deberá ser capaz de ayudar al equipo, constituido por el entrenador y el deportista, a que se entrene no solamente con más ahínco sino también con más inteligencia." Jarver y Brown, (1993)
Nosotros, los entrenadores, necesitamos compartir más luz
(más conocimiento y experiencia), y menos calor (menos discusiones
sobre las supuestas virtudes de nuestro sistema personal).
El rendimiento deportivo es una combinación mucho más compleja que la que advertimos. Incluso hoy, sólo estamos bordeando un conocimiento total. No estamos para nada cerca del fondo de ese conocimiento.
Hasta entonces, ...
¿qué haremos para informarnos mejor, vanagloriarnos menos
y dejar de criticar y echar tierra al prójimo?

Recopilación: Prof. Gabriel Molnar

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