La pubertad habitualmente se define como el período en que aparece la madurez sexual y los órganos reproductores se convierten en funcionales. Esto se manifiesta en ambos sexos por la aparición de los caracteres sexuales secundarios: el crecimiento de los pechos y la menstruación en las chicas, y la primera eyaculación (salida de semen del pene) y el cambio de la voz en los chicos.
¿Cómo afectará la pubertad de un adolescente a sus padres?
Uno o dos años antes de alcanzar la pubertad, el chico o la chica cambiará física y emocionalmente. Primero su crecimiento aumenta repentinamente, después se hace más lento y finalmente se detiene alrededor de los 18 años. El crecimiento acelerado que las chicas experimentan en la pubertad ocurre a una edad más temprana que el de los chicos.
En la pubertad, la actitud del adolescente hacia sus padres es probable que cambie. A menudo piensan que sus padres están imposibles, enfadados e incluso anticuados. Por el contrario, los padres pueden encontrar a sus hijos descarados e intratables. Obviamente puede ser un periodo conflictivo.
Durante la pubertad, este desarrollo continúa y los enfrentamientos entre adolescentes y padres puede prolongarse. Es perfectamente natural e inevitable que surjan tensiones y controversias entre padres y adolescentes. De hecho, que no haya ningún conflicto puede ser más alarmante para los padres, ya que acaso signifique que el hijo o hija está ocultando sus problemas.
Si los adolescentes siguen evitando sus conflictos emocionales pueden, ocasionalmente, tener problemas para establecer una relación normal con otras personas.
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¿Cómo se ven los jóvenes a sí mismos en la pubertad?
En la pubertad, la mayoría de chicos y chicas están incómodos con su imagen. Puede que no les guste su aspecto. Se sienten torpes, tímidos e inseguros.
En los chicos, la voz se quiebra; y en chicos y chicas el acné y los granos pueden hacer la situación incluso peor. Pocos adolescentes consideran siquiera la posibilidad de consultar a su médico por estos problemas y una petición de consejo a sus padres rara vez ayuda.
Durante la pubertad, su hijo o hija se está transformando en un adulto sexualmente maduro. Sus órganos sexuales crecen y sus cuerpos cambian físicamente. A los chicos y a las chicas les empieza a crecer el vello en las axilas y en el pubis. A las chicas les crecen los pechos y a los chicos les sale barba.
Durante la pubertad, los jóvenes quieren ser como cualquiera de su edad. Por eso, las chicas suelen mostrarse infelices si tienen su primera regla antes que el resto de las chicas de su clase o si son las primeras o las últimas en desarrollar los pechos.
En los chicos, el crecimiento del vello pubiano puede ocasionar problemas similares.
Pubertad, ¿niño o adulto?
La pubertad es un periodo de contrastes a medida que el adolescente cambia sus sentimientos, de ser un niño o una niña hasta llegar a ser un adulto.
La amistad con otros chicos o chicas de su edad puede fortalecer la confianza o seguridad del adolescente. La inseguridad, por el contrario, puede hacerles querer imitar a otros de su grupo de edad.
La pubertad es un periodo de la vida en el que el joven o la joven comienza a sentirse liberado/a. Pero el apoyo de los padres es todavía de capital importancia. Los padres no son sólo una red segura sino también la plataforma desde la que el adolescente puede experimentar y ocasionalmente saltar.
Peligros de la adolescencia
La adolescencia es una etapa crítica caracterizada por la rebeldía. Rebeldía hacia los padres y la familia, hacia los educadores, hacia las normas establecidas.
Durante la pubertad los adolescentes atraviesan por momentos difíciles; a menudo sufren una auténtica crisis existencial y no se refugian no en los padres, sino en los amigos y compañeros. En ocasiones, esta crisis les conduce a la depresión, con el temido riesgo de suicidio que amenaza a estos jóvenes.
Pero hay más riesgos que rondan a los chicos y chicas de esta edad. Suelen ser los años en que se inician en el consumo de sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas) cuando no en el abuso de las mismas (las típicas borracheras de los fines de semana, las largas noches de discoteca soportadas gracias al éxtasis en algunos casos, el inicio en el consumo de marihuana e incluso de drogas como la cocaína o la heroína).
Las chicas, que ya tienen la regla y resultan coquetas y atractivas, cuando no provocativas, se ven amenazadas por el riesgo de los embarazos no deseados tras las primeras relaciones sexuales, para las que muchas veces no están preparadas y ni siquiera informadas.
Los chicos, más fuertes y atraídos por el riesgo, experimentan con deportes y actividades arriesgados (montañismo, velocidad de motos y coches...). Chicos y chicas sufren los primeros fracasos escolares y, muchos, abandonan la escuela en busca de trabajo para forjar cuanto antes una ansiada independencia.
Christel Bech, enfermera; Dr. Stuart Crisp, especialista en Pediatría
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