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viernes, 13 de julio de 2012

BULIMIA NERVIOSA

Plato de ensalada

¿Qué es la bulimia nerviosa?
La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por repetidos episodios de sobrealimentación o ingestión excesiva de alimentos y una preocupación exagerada por el control del peso. Esto lleva al paciente a tomar unas medidas extremas para contrarrestar el aumento de peso producido por la sobrealimentación. Por lo tanto, se producen episodios de "atracones", en los que de forma compulsiva se ingiere gran cantidad de comida en un corto espacio de tiempo. Estos episodios los sufren a menudo en secreto. Tras los atracones de comida, el paciente se siente a menudo culpable de ello y utiliza una serie de métodos compensatorios inapropiados para evitar la ganancia de peso.
A pesar de ser reconocida ya en la antigua Grecia, tan sólo fue identificada y descrita como una enfermedad con unas características propias en 1979 por el psiquiatra inglés Gerald Russell. Se estima que aproximadamente el 1% de la población padece esta enfermedad, si bien esta cifra puede resultar una estimación por debajo de la realidad. De hecho, hay estudios que muestran que hasta el 7% de mujeres jóvenes que consultan a su médico de cabecera presentan síntomas de bulimia nerviosa. Es mucho menos frecuente en varones.

¿Cuáles son los síntomas de la bulimia nerviosa?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los criterios diagnósticos de la bulimia nerviosa son los siguientes:
La mayoría de pacientes con bulimia nerviosa tienen un peso dentro de la normalidad, si bien algunos pueden estar por encima o por debajo.
  • Preocupación persistente por la comida junto con un deseo irresistible o una compulsión por la comida.
  • Episodios de sobrealimentación en los que se consumen grandes cantidades de comida en períodos cortos de tiempo.
  • El paciente intenta contrarrestar la repercusión de los atracones en el peso mediante uno o más de los siguientes medios: ejercicio excesivo, vómitos auto-inducidos tras la ingestión, períodos prolongados de ayuno o consumo de fármacos como laxantes, diuréticos o supresores del apetito.
  • Miedo excesivo o morboso a la obesidad. Esto también se observa en la anorexia nerviosa. De hecho, con frecuencia los pacientes bulímicos han tenido episodios previos de anorexia nerviosa.
Factores biológicos
Diversos estudios de investigación han asociado la bulimia nerviosa con alteraciones en diversos neurotransmisores cerebrales (son las sustancias mensajeras que usan las neuronas para comunicarse entre sí) como la noradrenalina, la serotonina o las endorfinas. También se ha descrito una vulnerabilidad genética.

Factores psicológicos
Durante la adolescencia los pacientes con bulimia nerviosa presentan con frecuencia alteraciones de conducta, de modo que pueden presentar otros problemas de impulsividad (como pueden ser problemas con el alcohol u otras drogas) desinhibición sexual, alta irritabilidad o labilidad emocional. A menudo estos pacientes presentan una baja autoestima asociada; de hecho, la bulimia nerviosa aparece con mayor frecuencia en personas con trastornos depresivos. También se presentan con mayor frecuencia diversos trastornos de la personalidad, sobre todo el trastorno límite.

Factores sociales
Al igual que ocurre en la anorexia nerviosa, los pacientes con bulimia nerviosa suelen presentar un alto rendimiento escolar. Asimismo, son importantes las presiones sociales y culturales en torno a mantener una figura delgada, si bien, como se ha indicado, la mayoría de pacientes bulímicos mantienen un peso dentro de los límites normales. También cabe mencionar que con frecuencia los pacientes bulímicos perciben a sus padres como negligentes y se sienten rechazados por ellos.

¿Cuáles son las causas de la bulimia nerviosa?
La causa de la bulimia nerviosa es desconocida, siendo por lo general una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales:

Problemas gastrointestinales
  • Daños en la dentadura por los ácidos estomacales
  • Engrosamiento de las glándulas salivares
  • Esofagitis (inflamación del esófago) y úlceras esofágicas
  • Lesiones en el estómago y en el intestino
Alteraciones cardiovasculares y metabólicas
  • Arritmias cardíacas
  • Alteraciones en los iones de la sangre
  • Edemas (retención de líquido) en las piernas
Complicaciones urinarias
Problemas neurológicos y musculares
  • Contracturas y parálisis musculares
  • Convulsiones epilépticas
  • Trastornos endocrinos
  • Disminuciones en las hormonas femeninas
  • Atrofia de ovarios
  • Quistes de ovarios
  • Infertilidad
¿Cuál es la evolución y el pronóstico de la enfermedad?
Mientras que algunos casos de bulimia nerviosa son breves, normalmente los síntomas se presentan algunos meses o años antes de que el paciente busque ayuda. Como cabría esperar, aquellos pacientes que son capaces de comprometerse en un tratamiento son los que presentan una mejor evolución. En aproximadamente un tercio de los pacientes se puede producir una cronificación de alguno de los síntomas.
El pronóstico de la bulimia nerviosa va a depender en gran manera de las secuelas. Hay que tener en cuenta que los atracones, pero sobre todo las conductas compensatorias como son el vómito auto-inducido o el abuso de laxantes o diuréticos pueden acarrear graves complicaciones físicas:

¿Cuál es el tratamiento de la bulimia nerviosa?
El tratamiento debe estar enfocado tanto hacia los síntomas de la bulimia nerviosa como hacia los trastornos físicos y psicológicos asociados. Los tratamientos específicos para la bulimia nerviosa incluyen tanto terapias psicológicas como los tratamientos farmacológicos. Sin embargo, tal como ocurre con la mayoría de trastornos psiquiátricos, es la combinación de ambas estrategias la que logra una mejor respuesta.
Por lo general, el tratamiento de los pacientes con bulimia nerviosa debe realizarse a nivel ambulatorio. El ingreso hospitalario, preferentemente en unidades especializadas está aconsejado tan solo cuando hayan habido fracasos repetidos mediante tratamiento ambulatorio y coexistan problemas físicos o psicológicos que hagan necesario un tratamiento más intensivo.

Tratamientos psicológicos
Diversas intervenciones de tipo psicológico vienen siendo utilizadas en el tratamiento de este tipo de trastorno de la conducta alimentaria:
Asimismo, los grupos de autoayuda son de utilidad para algunos.
  • La terapia cognitivo conductual: es la modalidad de tratamiento psicológico más frecuentemente utilizada para la bulimia nerviosa. Esta modalidad de tratamiento ha sido elaborada a partir de las terapias cognitivas desarrolladas previamente para la depresión y otras patologías psiquiátricas.
  • Terapia motivacional
  • Terapia interpersonal
  • Terapia cognitivo analítica: es una modalidad terapéutica de breve duración, generalmente entre 16 y 20 sesiones, que combina elementos de la terapia cognitiva y de las psicoterapias de orientación psicodinámica.
  • Terapia racional emotiva
  • Terapia de familia: Este es un elemento fundamental del tratamiento en un importante número de casos.
  • Terapia grupal de prevención de recaídas
  • Otras terapias de grupo
Tratamientos farmacológicos
  • Fármacos antidepresivos: en parte debido a la alta frecuencia con que se observan los síntomas depresivos en pacientes bulímicos, los antidepresivos -bien administrados solos o en combinación con algún tipo de psicoterapia- son los fármacos más utilizados en esta enfermedad. Si bien son múltiples los antidepresivos que han sido empleados, como la amitriptilina, la imipramina, la desipramina, la trazodona o la fenelcina, son los inhibidores de la recaptación de serotonina como la fluoxetina, la fluvoxamina, la paroxetina, la sertralina o el citalopram los que han mostrado una mayor eficacia.
  • Antagonistas opiáceos: la naltrexona es un antagonista opiáceo que es utilizado habitualmente para el tratamiento de la adicción a la heroína y al alcohol que también ha mostrado cierta eficacia en el tratamiento de la bulimia nerviosa.
  • Otros fármacos: como la fenfluramina, el litio, el acamprosato o la gabapentina pueden ser útiles en determinados subgrupos de pacientes.
Dr. René Klinkby Støving, especialista en Endocrinología; Dra. Kirsten Horder, especialista en Psiquiatría Infantil; Dr. John Powell, especialista en Salud Pública; Dr. Michael Sharpe, especialista en Psicología Médica

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