- Mejoran la respiración: Cuando ejercitamos nuestros abdominales conseguimos expulsar todo el aire de nuestros pulmones, evitando que quede en ellos aire empobrecido y dejando espacio para mayor cantidad de aire limpio. La respiración es mucho más rica y podremos llevar un ritmo preciso con unos potentes abdominales.
- Equilibran el organismo: Casi todas las personas presentan una seria descompensación popa-proa; nuestra musculatura lumbar suele estar bastante más desarrollada que la abdominal, ya que la primera entra en juego en casi cualquier movimiento de tronco que realizamos. Desarrollar la parte de adelante nos ayuda a alcanzar un equilibrio físico, idóneo para runners. La ausencia de fuerza en los abdominales conduce directamente a la escoliosis, lordosis y otras molestas dolencias de espalda.
- Conducen la fuerza: Para evitar que nuestra columna cargue con todo el peso de mantener el equilibrio del cuerpo y que el tronco no se desestabilice en el transcurso de cualquier ejercicio. Los abdominales actúan como complemento de casi cualquier ejercicio realizado con el tronco. Por ello, mantienen la postura manteniendo erguido nuestro cuerpo sin sacrificar el resto de nuestro organismo, disminuyendo el riesgo de lesión y economizando la energía durante la carrera.
- Protegen los órganos: Una buena musculatura en los abdominales actúa de escudo y estructura para todos los órganos internos, algo fundamental para esta zona desprotegida por la ausencia de estructura ósea. Es fundamental tener una buena "jaula" para evitar golpes o movimientos violentos en nuestro interior. Una lesión muy común entre corredores es el dolor de espalda (lumbalgias, dorsalgias, cervicales, etc.). Muchas veces, esta lesión proviene de una pobre musculatura abdominal, por lo que, de entre todos los ejercicios de abdominales que conocemos hay que elegir aquellos que sean efectivos para eliminar el dolor de espalda. La realización de estos ejercicios se puede hacer incluyendo el ritmo respiratorio. El ejercicio de movilidad se realiza con la fase espiratoria pues es la de mayor relajación miofascial. Deben ser ejercicios indoloros, sin forzar los recorridos más allá de donde podamos hacerlos de forma fluida. Para ello, hemos de realizar estos ejercicios vigilando siempre la salud de la espalda, con las piernas flexionadas para que nuestras lumbares siempre estén en contacto con el suelo.
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viernes, 12 de octubre de 2012
4 MOTIVOS PARA REALIZAR ABDOMINALES
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