Todos tenemos en mente la típica pirámide de los alimentos, un diagrama con forma de triángulo que tiene en la base los alimentos más recomendables (a consumir a diario) y contiene alimentos a tomar en cantidades cada vez más limitadas, siendo los de la cima los más perjudiciales, que se deben evitar o tomar solo en muy contadas ocasiones. Pues también existe la pirámide del ejercicio, sobre la que quería comentar algunos puntos.
En el caso de la pirámide del ejercicio, lo que se sitúa en la base son las actividades físicas a realizar de forma frecuente, es decir, a diario. Por ejemplo subir y bajar las escaleras, caminar durante treinta minutos, etc. Progresivamente al ascender se representan actividades que se deben realizar con menos frecuencia, para terminar en aquellas que es recomendable evitar por ser muy sedentarias.
Este tipo de ayudas visuales se hacen adaptadas a la población objetivo, por ejemplo: niños, adultos o personas mayores, puesto que cada grupo tiene necesidades diferentes. La idea es aportar, de forma visual, un recordatorio de qué tareas se deben repetir a diario y cuáles hay que minimizar.
Al seguir subiendo, se sitúan actividades más intensas (baile, deportes de contacto…), que se recomienda practicar con menor frecuencia, para terminar en la cima con las actividades menos recomendables, por ser perjudiciales debido a la inactividad: ver la televisión, así como otras actividades sedentarias.
En cuanto a los diagramas para actividades de ejercicio en la edad adulta, su utilidad puede ser meramente anecdótica si la persona no le presta cierto interés. Puede servir para recordar aquellas ideas de la niñez (en el caso de que se haya trabajado en esa etapa la pirámide para niños), y puede servir también de guía rápida a tener presente para ser un poquito menos sedentarios.
El uso de este tipo de guías rápidas visuales puede ser útil para afianzar conocimientos sobre hábitos saludables en la niñez, y para seguir teniéndolos presentes en la edad adulta. Sabemos que incluso el ejercicio físico moderado es saludable, y hay multitud de estudios que lo demuestran, por lo que tal vez incluir este tipo de información pueda ser de utilidad para sentar las bases a unos comportamientos saludables.
No obstante, hace poco hablamos de la baja calidad de la información de salud de los libros de texto de los escolares, por lo que, habrá que tener presente que este tipo de recomendaciones tienen que iniciarse en la niñez si queremos que se mantengan en la edad adulta, por lo que es bueno tener presente este tipo de diagramas en forma de pirámide para ir inculcando a los niños lo que es recomendable y lo que no, para que al ver el diagrama cuando sean adultos les siga recordando aquello que es recomendable y lo que no, y actúen en consecuencia.
En el caso de la pirámide del ejercicio, lo que se sitúa en la base son las actividades físicas a realizar de forma frecuente, es decir, a diario. Por ejemplo subir y bajar las escaleras, caminar durante treinta minutos, etc. Progresivamente al ascender se representan actividades que se deben realizar con menos frecuencia, para terminar en aquellas que es recomendable evitar por ser muy sedentarias.
Este tipo de ayudas visuales se hacen adaptadas a la población objetivo, por ejemplo: niños, adultos o personas mayores, puesto que cada grupo tiene necesidades diferentes. La idea es aportar, de forma visual, un recordatorio de qué tareas se deben repetir a diario y cuáles hay que minimizar.
Pirámide de actividad física en niños
En este caso la base la forman las actividades cotidianas como jugar de forma activa, pasear, ayudar en las tareas domésticas… Al ir subiendo se incluyen otras actividades recomendables, pero en menor medida, por ser más intensas: deportes como fútbol, baloncesto, voleybol, patinaje, natación, atletismo.Al seguir subiendo, se sitúan actividades más intensas (baile, deportes de contacto…), que se recomienda practicar con menor frecuencia, para terminar en la cima con las actividades menos recomendables, por ser perjudiciales debido a la inactividad: ver la televisión, así como otras actividades sedentarias.
Pirámide de actividad física en adultos
En cuanto a los adultos, se modifican las actividades, adaptándolas a la vida adulta. Pero la idea es la misma: realizar a diario actividades cotidianas que supongan cierto ejercicio físico, como caminar en vez de ir en coche a lugares cercanos, pasear, correr, ejercicio suave… Al ir subiendo en la pirámide se recomienda practicar ejercicio más intenso, pero menos veces en semana. Y, para finalizar, en la cima, siendo actividades no recomendadas, todas aquellas sedentarias.Utilidad de las pirámides de ejercicio
Si bien la utilidad es limitada, y gran parte de ella se basa en la buena voluntad de quien lo lea, creo que son ayudas útiles para aquellos que estén un poco “perdidos”. Sin duda su poder es mayor en edades infantiles, como guía visual para aprender comportamientos saludables, y cuáles son los que se deben evitar, o poner en práctica en pocas ocasiones. Puede servir de refuerzo.En cuanto a los diagramas para actividades de ejercicio en la edad adulta, su utilidad puede ser meramente anecdótica si la persona no le presta cierto interés. Puede servir para recordar aquellas ideas de la niñez (en el caso de que se haya trabajado en esa etapa la pirámide para niños), y puede servir también de guía rápida a tener presente para ser un poquito menos sedentarios.
El uso de este tipo de guías rápidas visuales puede ser útil para afianzar conocimientos sobre hábitos saludables en la niñez, y para seguir teniéndolos presentes en la edad adulta. Sabemos que incluso el ejercicio físico moderado es saludable, y hay multitud de estudios que lo demuestran, por lo que tal vez incluir este tipo de información pueda ser de utilidad para sentar las bases a unos comportamientos saludables.
No obstante, hace poco hablamos de la baja calidad de la información de salud de los libros de texto de los escolares, por lo que, habrá que tener presente que este tipo de recomendaciones tienen que iniciarse en la niñez si queremos que se mantengan en la edad adulta, por lo que es bueno tener presente este tipo de diagramas en forma de pirámide para ir inculcando a los niños lo que es recomendable y lo que no, para que al ver el diagrama cuando sean adultos les siga recordando aquello que es recomendable y lo que no, y actúen en consecuencia.
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