Los que sufren o han sufrido alguna vez en su vida dolor de espalda
saben bien que puede llegar a ser un dolor terrible de soportar. La
gente que no lo padece no puede entender cómo los síntomas, a veces
crónicos y severos, afectan la vida diaria de cada uno de nosotros. Sin
embargo, si alguna vez lo hemos sufrido en nuestras carnes, mostramos
empatía cuando vemos que una persona que conocemos nos describe los
síntomas tan claros por los que nosotros ya pasamos antes. Comencemos
describiendo brevemente qué es, y las diferentes clases de dolor de
espalda que existen. El dolor de espalda puede localizarse en cualquier región de la columna o en varias áreas al mismo tiempo. El dolor puede estar localizado en uno o en ambos lados, llegando incluso a parecer que una prensa nos está envolviendo y apretando por todo el ancho de la espalda. En otros casos, el dolor puede ser casi imposible de localizar, aunque sabemos a ciencia cierta que nos duele. El dolor puede ser tanto muy intenso en un área muy concreta y pequeña como propagarse desde un foco principal o “punto caliente”. El dolor puede estar vinculado a un determinado movimiento brusco o sobreesfuerzo puntual o que perdure en el tiempo, quizá por la práctica de algunas rutinas de gimnasio que hayamos practicado o más bien a un movimiento en nuestra actividad diaria en nuestro puesto de trabajo. También puede ser que la dolencia sea un síntoma por sí misma o podría unirse con otras sensaciones neurológicas. Los más comunes de estos síntomas adicionales incluyen el ardor, entumecimiento, hormigueo y debilidad. ¿Qué tipos de dolor de espalda hay?* Dolor de espalda baja o dolor lumbar es, con total seguridad, el sitio más común donde se dan lugar los síntomas más graves y los que más a menudo nos imposibilitan para realizar nuestra actividad diaria. También puede afectar a las nalgas y las piernas, lo que a menudo resulta en ciática. * El dolor cervical es el segundo lugar más común de sufrir está dura dolencia. Los síntomas localizados en la región cervical pueden ser tan malos como el peor dolor lumbar. El dolor en el cuello por lo general afecta a los hombros, brazos, manos y / o los dedos de manera unilateral (a menudo) o bilateral (ocasionalmente). * El dolor de espalda superior localiza los síntomas en la parte baja de la región del cuello y entre los hombros. Al igual que el dolor de cuello, estos síntomas a menudo incluyen a los hombros o los brazos, además de la ubicación principal mencionada antes. * El dolor medio de espalda, también conocido técnicamente como dolor de columna torácica, no es un tipo de queja muy común. Esto se debe a la columna en su parte media no es propensa a sufrir el mismo grado de degeneración o de predisposición a posibles lesiones que en los niveles superior e inferior de la columna vertebral. Una de las causas más comunes de este tipo de dolor es al realizar movimientos de arrastre de elementos pesados como pueden ser muebles, o simplemente al cargar de de forma excesiva con las bolsas de la compra del supermercado. * El dolor del coxis es una de los problemas más difíciles de tratar dentro de los tipos incluidos en esta lista. El dolor de coxis está a menudo vinculado a estar sentado durante periodos muy prolongados de tiempo, una fuerte caída, el parto, o debido simplemente a algún defecto congénito en la región dorsal del coxis. ¿Qué tratamiento para el dolor de espalda podemos seguir en nuestras propias casas?Existen una serie de recomendaciones generales o tratamientos para el dolor de espalda que nos serán muy útiles para reanudar nuestra actividad diaria de forma normal o casi, tan pronto como nos sea posible. El hecho de dormir con una almohada entre las rodillas mientras estamos acostados hacia un lado puede aumentar el alivio de forma sustancial. Algunos médicos también recomiendan acostarse boca arriba con una almohada bajo las rodillas ya que puede ser muy confortable y beneficioso. El ejercicio moderado puede ser muy útil para las personas que sufran un dolor crónico de espalda para ayudarles a volver a sus actividades normales y al trabajo tan pronto como les sea posible. Podemos tomar algunos medicamentos de venta libre en farmacias que pueden proporcionarnos un alivio sistemático del dolor. El ibuprofeno, por ejemplo, es un medicamento excelente para el tratamiento a corto plazo del dolor lumbar. El acetaminofeno ha demostrado ser tan eficaz como el ibuprofeno para aliviar el dolor. Pero no olvidemos que algunos de estos medicamentos pueden resultar en problemas y molestias estomacales como úlceras y sangrado gastrointestinal. Por lo tanto, si hemos padecido con anterioridad úlceras o reflujo tendremos que consultar con nuestro médico antes de empezar con este tipo de medicamentos, sobre todo si el uso de estos medicamentos va a ser por un periodo prolongado de tiempo. El tomar las pastillas junto con las comidas puede ayudarnos a prevenir los dolores estomacales. Muchas personas parece que notan un alivio muy evidente cuando hacen uso de hielo o calor. Su uso no se considera perjudicial, sino todo lo contrario. Aún así, tengamos siempre en mente que no debemos usar una almohadilla térmica en la potencia más alta disponible ni debemos poner hielo directamente sobre la piel. La mayoría de expertos en el tema coinciden en que el reposo en cama prolongado se asocia con un período de recuperación más largo. Además, las personas que hacen reposo en cama son más propensas a desarrollar una depresión, coágulos de sangre en la pierna, y disminución del tono muscular. Muy pocos expertos recomiendan más de un período de 48 horas de descanso ya sea por disminución de la actividad o en cama. En pocas palabras, hay que levantarse y moverse en la medida que se pueda. En la siguiente imagen podemos ver una serie de ejercicios prácticos que nos ayudaran a aliviar en la medida de lo posible el dolor de espalda: ¿Cómo prevenir el dolor de espalda?La prevención del dolor de espalda genera, en sí misma, mucha controversia. Desde hace tiempo se pensaba que el ejercicio y un estilo de vida saludable evitarían el dolor de espalda pero no siempre es cierto. De hecho, varios estudios han llegado a la conclusión de que el tipo incorrecto de ejercicio puede aumentar el riesgo de padecer dolor de espalda. Sin embargo, el ejercicio es importante para la salud en general y no debe ser evitado. Existen algunas actividades deportivas como nadar, caminar y andar en bicicleta que pueden mejorar y mantener nuestra condición física general sin forzar la espalda. Enumeramos a continuación una serie de detalles que conviene saber para prevenir el dolor que nos ocupa: - Siempre que vayamos a realizar algún tipo de actividad deportiva deberemos estirar correctamente antes y después de la misma. - Los trabajadores que con motivo de su actividad laboral deben levantar mucho peso suelen llevar cinturones lumbares, pero no hay ninguna prueba de que estos cinturones ayuden a prevenir las lesiones en la espalda. - En el caso de que tengamos que pasar mucho tiempo de pie no utilizaremos tacones altos e intentaremos descansar de vez en cuando o utilizar un taburete alto. - A la hora de dormir las necesidades de cada uno varían. Si el colchón es demasiado blando, muchas personas experimentan dolores de espalda. Pero también sucede lo mismo cuando otros tienen que dormir en un colchón duro. Por lo tanto deberemos estar atentos a lo que nos pida nuestro propio cuerpo en materia de descanso. |
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lunes, 15 de octubre de 2012
DOLOR DE ESPALDA
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