El ejercicio, junto con la dieta, es uno de los medios más efectivos para adelgazar y perder grasa, además de tener efectos beneficiosos para la salud. El ejercicio incrementa el gasto calórico, haciendo más probable que se aprovechen las reservas cuando ya se ha consumido lo que obtenemos a través de la alimentación. Aunque mucha gente recurre al ejercicio con ese fin, el de perder peso, no todos lo consiguen, y es que hay muchos factores que influyen que no siempre son tenidos en cuenta.
Causas de no adelgazar
En primer lugar, no todo el mundo responde de igual forma a la comida o el ejercicio. Hay gente que con empezar a ejercitarse perderá peso enseguida, sin necesidad de variar sus hábitos alimenticios, mientras que otros tienen más problemas para adelgazar, llegando incluso a ganar peso. Esto último suele darse en personas a las que el ejercicio les despierta el hambre, con un aumento en lo que se ingiere que acaba cubriendo lo que se ha quemado, aunque esto no pasa siempre.Tampoco es conveniente utilizar el ejercicio como excusa para darse atracones o para comer mucho más. Si realmente queremos adelgazar, deberemos hacer que lo que se gasta sea mayor de lo que se consume. De igual forma, incluso si sólo se quiere mantener el peso, tampoco suele ser muy saludable darse un atracón. También hay que tener en cuenta que, cuando el sobrepeso es elevado, el ejercicio debe ser un complemento a una dieta adecuada y equilibrada, con las calorías necesarias para adelgazar.
Los mejores ejercicios para perder peso
Otra cosa importante que debemos saber es que no todos los tipos de ejercicio son iguales, siendo la intensidad y el tiempo determinantes en el gasto calórico y, por tanto, en la pérdida de peso. Andar a ritmo lento o el yoga, por ejemplo, pueden ser insuficientes para conseguir adelgazar.Entre los mejores para ello, siendo quizá el más conocido, está el ejercicio aeróbico. Este tipo de ejercicio, de intensidad moderada o suave y larga duración, utiliza el oxígeno para generar energía. Tras un período inicial, acabará consumiendo la grasa cuando los depósitos de glucógeno estén bajos. Por esto, y como he dicho, el ejercicio deberá ser de larga duración para quemar la grasa. Tanto andar como nadar, montar en bici o correr (con intensidad no demasiado alta) son ejercicios aeróbicos.
Aunque mucha gente cree que el ejercicio aeróbico es el único que sirve para adelgazar, y que con las pesas es más bien probable ganar volumen, la realidad es que el trabajo de musculación es muy bueno, especialmente para tonificar. Combinado con el ejercicio aeróbico, el anaeróbico de las pesas ayudará a mantener o ganar masa muscular con bajos porcentajes grasos.
También es muy recomendable introducir ejercicios interválicos, que permiten obtener buenos resultados en poco tiempo. Exigen, eso sí, una intensidad elevada, por lo que no son muy recomendables para principiantes o personas muy poco preparadas físicamente. Se trata de alternar altas y bajas intensidades, y un ejemplo de este tipo de ejercicio es el fartlek, que ya hemos comentado en alguna ocasión.
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