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martes, 13 de enero de 2015

El MITO, LAS GRASAS SATURADAS SON LAS CAUSANTES DE PROBLEMAS EN EL CORAZÓN.

Mantequilla con forma de corazón
La recomendación peligrosa para evitar las grasas saturadas, que surgió de una hipótesis no probada a mediados de la década de los 50, ha deteriorado la salud de la gente durante los últimos cuarenta años. De manera reciente (en 2002), la revista Food & Nutrition Board publicó la siguiente afirmación de manera equivocada: “Las grasas saturadas y el colesterol de la dieta no tienen un papel beneficioso conocido en la prevención de enfermedades crónicas y no son necesarios en ninguna dieta”.
Del mismo modo, el Instituto de Medicina de las Academias Nacionales recomienda que los adultos coman el 45-65% de las calorías con los carbohidratos, el 20-35% de grasa, y el 10-35% de proteínas. Este es el polo opuesto de la proporción grasas-carbohidratos que nos garantiza un mayor riesgo de enfermedad coronaria.
La mayoría de las personas se benefician de una dieta donde el 50-85% de las calorías diarias provienen de grasas saludables. Aunque ni las grasas saludables son buenas en exceso. Sin embargo, necesita muy pocos, o ninguno, hidratos de carbono para conseguir una salud óptima. Aunque esa cantidad de grasa puede parecer mucho, la grasa tiene niveles muy altos de calorías y, por lo tanto, todavía supone una cantidad muy pequeña, en términos de volumen, en cada plato.
La verdad es que las grasas saturadas de origen animal y vegetal proporcionan los bloques de construcción para las membranas celulares y una variedad de hormonas y sustancias similares a las hormonas, sin las cuales el cuerpo no podría funcionar de manera apropiada. La verdad sobre las grasas saturadas no se sabrá aún hasta dentro de varias décadas, cuando algunos experimentos actuales den sus frutos.
Rechazando una hamburguesa
Las grasas también sirven como vehículos para las vitaminas liposolubles A, D, E y K, y son necesarias para la conversión del caroteno en vitamina A, que absorbe los minerales, y una serie de otros procesos biológicos importantes. Las grasas saturadas son también el combustible preferido para el corazón. Buenas fuentes de grasas saludables para añadir a tu dieta serían:
  • Aguacates
  • Mantequilla elaborada con leche orgánica de vacas de pasto
  • Lácteos crudos
  • Yemas de huevos orgánicos pasteurizadas
  • Cocos y el aceite de coco
  • Aceites de frutos secos orgánicos y naturales
  • Nueces crudas, especialmente macadamia y semillas crudas
  • Carnes alimentadas con pasto
Quizás no es sencillo encontrar estos alimentos en el supermercado de turno, pero os aseguramos que son las mejores opciones para añadir a tu dieta baja en grasas saturadas. En diversos comercios podremos ver un apartado de productos orgánicos al que nunca nos acercamos: ese es el sitio al que debéis ir a partir de ahora si queréis cuidar la dieta. En resumidas cuenta, las grasas saturadas no son el único culpable de los problemas de corazón y la ciencia apoya esta teoría.
JuanMi Guirado

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