Los factores que influyen en el metabolismo
Según Pamela Peeky, doctora de medicina de la Universidad de Medicina de Baltimore, Estados Unidos de América, el metabolismo se basa en tres aspectos principales: 1) herencia y genética, 2) el funcionamiento de la tiroides, 3) la masa muscular.Desde los 30-35 años, los hombres comienzan a perder masa muscular con una velocidad de 1 a 2% al año. Entre menos haya músculos, menos son las calorías necesitadas para su mantenimiento. A partir de los treinta años, el porcentaje de calorías necesitadas disminuye entre un 5 y 7% cada 10 años.
Disminución en los niveles de testosterona
Otro cambio importante de la edad en los hombres es la disminución de los niveles de testosterona. Aunque los niveles de testosterona caigan, esto no sucede de forma tan drástica como muchos piensan. A la edad de 35 años, la secreción de testosterona es sólo 5% menor que a los 25 años.Una disminución significativa de los niveles de esta hormona comienza después de los cuarenta años, cuando se disminuye su producción en un 10% cada 5 años. A los cincuenta años, los niveles de testosterona son sólo el 60% de los niveles de esta hormona a los veinticinco años.
La importancia de las vitaminas y los minerales
Es importante entender que a los 30 años, la falta de vitaminas y minerales se hace visible: si a los 20 años la escasez de las cantidades necesarias de calcio y magnesio no se nota, con el pasar de los años las consecuencias negativas se hacen ver.Aunque el calcio, el magnesio, el zinc y otros minerales no pueden subir los niveles hormonales o acelerar el metabolismo, su ausencia crónica tiene un impacto negativo en una gran cantidad de procesos que suceden en el todo organismo.
Los cambios en el organismo después de los treinta
Los cambios fisiológicos en el organismo de los hombres, de por sí, son mínimos. La desaceleración del metabolismo no sucede, y los niveles hormonales y niveles de testosterona sólo disminuyen un poco en comparación con los niveles de estas hormonas en adolescentes.La causa por la cual el cuerpo significativamente cambia, radica solamente en el estilo de vida y los hábitos alimenticios. En la mayoría de los casos, los hombres, hacia los treinta años, comienzan a comer más y a moverse menos, acumulando como resultado grasa y perdiendo musculatura.
Ejercicios después de los treinta
Una situación típica: los hombres comienzan a ir al gimnasio cuando entienden que la figura está en mal estado. En un intento por recomponer en un mes lo que se ha ido dañando a través de los años, se proponen dos objetivos: quemar grasa y ganar músculos. Un buen entrenador y nada de “peros”.Por ende, se entrenan durante horas, las cuales incluyen trote, ejercicios de fuerza y ejercicios abdominales, siguen dietas con limitación de calorías (llegando a consumir sólo 1200 calorías al día), un poco de BCAA (aminoácidos de cadena ramificada) y media porción de proteínas (para los músculos).
El porqué no se puede cambiar al cuerpo
Naturalmente, este tipo de entrenamiento no trae grandes cambios y las personas pierden la motivación después de unas cuantas semanas. Al ver que su gran esfuerzo es poco efectivo, se desesperan y echan toda la culpa a los cambios producidos por la edad y el “metabolismo lento”.Los pocos que continúen, decidirán que se han esforzado poco. Y por eso, de forma más drástica disminuirán la cantidad de calorías y grasas, comenzarán a ejercitarse todos los días, combinando caminadora y una hora de ejercicios para el abdomen. El resultado será aun peor que el de los primeros.
El entrenamiento indicado
Lo primero es prepararse para cambiar los hábitos alimenticios, pues ahí se generan la mayoría de los problemas. Después, prepararse a estudiar diferentes fuentes de información sobre deporte y fitness y no basarse en antiguos mitos ni creer todo lo que dice el entrenador.Luego, no intente combinar muchos objetivos: el organismo no puede quemar grasa y aumentar la masa muscular al mismo tiempo. Prepárese para que su entrenamiento no dure sólo 2 semanas antes de ir a la playa: el entrenamiento es un proceso, un estilo de vida.
El error más difundido a la hora de entrenarse después de los treinta años es intentar alcanzar resultados muy rápido. Al no alcanzar lo deseado, muchos culpan a la lentitud del metabolismo y la edad, aunque este problema no existiría en una persona de 35 años con hábitos alimenticios saludables.
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