Las pruebas de esfuerzo te indican tus umbrales, tus parámetros corporales, tu capacidad de recuperación, etc. Sin embargo, no se trata solo de eso, de datos que indican tu estado de forma (por ejemplo, a la hora de competir no gana el que tiene mayor VO2Máx).
Si padeces dolor en el pecho, falta de aire o cualquier problema que te pueda preocupar, con una prueba de esfuerzo (tras la realización de un chequeo médico) conocerás si estás “predispuesto” a competir en una determinada distancia o prueba física, por tanto, tendrás una mayor confianza y seguridad contigo mismo al conocer si tu corazón está bien(insuficiente flujo de sangre, latidos irregulares, etc.), o al conocer cualquier factor de riesgo que puedas tener, asegurándote evitar cualquier desagradable sorpresa el día de la competición… ese día sí que será una auténtica prueba de esfuerzo.
¿PARA QUÉ SIRVE, REALMENTE?
Si te has hecho alguna de las siguientes preguntas que te formulamos a continuación, hacerte una prueba de esfuerzo (con análisis de gases o sobre tapiz) puede ser la solución a tus problemas:
- ¿Dónde se sitúan mis umbrales?
- ¿Cuál es mi VO2Máx?
- ¿Estoy preparado para poder terminar un maratón?
- ¿Se puede conseguir el objetivo que quiero alcanzar?
- ¿Estoy entrenando correctamente?
- ¿Cuál es mi nivel de condición física real?
- ¿Cuál es mi potencial?
- ¿Cuáles son mis posibilidades en competición?
- ¿Estoy sano?
- ¿Tengo alguna limitación en el entrenamiento? Y de ser así, ¿tengo algún problema cardíaco?
- ¿Hay algún medicamento que pueda tratar mi arritmia, hipertensión, insuficiencia cardíaca, etc.?
- ¿Estoy libre de riesgos (angina de pecho, infarto agudo, muerte súbita…)?
- ¿Hay algún ejercicio contraindicado para mí?
- ¿En qué tipo de entrenamiento debo profundizar más?
CON LOS PAPELES SOBRE LA MESA
Los resultados de esta prueba resultan muy importantes a la hora de planificar el entrenamiento, ya que según los resultados adaptarás las rutinas deportivas a tus cualidades motrices y capacidades físicas básicas.
Con la prueba de esfuerzo conocerás qué umbral es en el que necesitas un mayor trabajo. Por ejemplo, si necesitas trabajar el segundo umbral, necesitarás darle más peso en tu programación a las series, fartlek y cuestas; o también podrás observar si en competición sería más recomendable competir 10 o 20 segundos por kilómetro más lento o más rápido según tu estado físico actual, etc.
En definitiva, una prueba de esfuerzo a tiempo te ayudará a condicionar el plan de entrenamiento para que puedas conseguir con mayor precisión el pico de forma.
CUÁNDO HACERSE UNA PRUEBA DE ESFUERZO
Conocer cuál sería el momento ideal de aplicarse una prueba de esfuerzo (con la finalidad de mejorar el pronóstico del paciente) después de sufrir un infarto de miocardio, sería bastante controvertido. Sin embargo, en un individuo sano es aconsejable realizar las pruebas de vez en cuando para saber que la salud está en perfectas condiciones y que no se corre ningún riesgo de padecer un problema mayor, amén de por si se quiere conocer alguna de las preguntas formuladas anteriormente.
Si no sueles participar en ninguna competición ni sueles entrenar a altas intensidades es recomendable hacerse, al menos, una prueba de esfuerzo anual, pero si compites habitualmente se aconseja hacerse una prueba de esfuerzo justo unas dos semanas antes de que empiece la fase de tapering (afinamiento) de tu pico de forma.
Teniendo en cuenta que no es recomendable alcanzar más de tres picos de forma anuales, las pruebas de esfuerzo deberían corresponderse a cada uno de esos periodos, siendo tres las que deberías hacerte en un año. Además, siempre es más importante hacerse la ssegunda prueba de esfuerzo que la primera y, si se diese el caso, se prestaría aún más importancia a la tercera que a la segunda.
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