La recuperación y la reparación de los tejidos del organismo tras el ejercicio requiere una gran cantidad de vitaminas y minerales que participan en la síntesis de nuevas células y tejidos, promuevan la formación endógena de compuestos anti-inflamatorios y ayuden a combatir los radicales libres.
La vitamina C está implicada en la hidroxilación enzimática de prolina para formar 4-hidroxiprolina, un aminoácido que es una parte integral de colágeno y elastina. Esta vitamina puede resultar una ayuda eficaz en la práctica deportiva por la simple razón que, a mayor actividad mayor desgaste de los tejidos y del colágeno.
La investigación sobre la vitamina C muestra que puede tener importantes efectos en la reducción del dolor y la inflamación después del ejercicio físico. Un estudio mostró que 400 mg diarios de vitamina C reduce el dolor post ejercicio y la inflamación. Una mayor transpiración acelera la pérdida de esta vitamina por ello es imprescindible reponerla tras el ejercicio. La vitamina C es un excelente antioxidante y como ya sabemos, el ejercicio produce radicales libres que dañan al organismo por diferentes vías; la vitamina C combate muy eficazmente estos radicales libres.
Otro beneficio indirecto en la práctica deportiva que puede derivarse de la vitamina C es su acción sobre el sistema inmune. Si un deportista tiene mejoras defensas estará inmune a gripes, resfriados y otras dolencias que le impedirán rendir de forma óptima.
Además de ser un antioxidante, la vitamina E, se ha demostrado para reducir el daño muscular inducido por el ejercicio y dolor de daño muscular en pacientes artríticos. Tanto la vitamina C y E son importantes en el tratamiento de condiciones artríticas, como se muestra en los estudios, posiblemente reduciendo el estrés oxidativo.
En épocas de recuperación de una lesión o de una operación, así como en deportes donde se exija un fuerte desgaste muscular, la ingesta de vitamina E por encima de la media favorece la recuperación y el trabajo muscular, a la vez que reduce las agujetas y el daño oxidativo. Incluso, existen estudios clínicos que indican que la suplementación con vitamina E y C reducen inflamación y el dolor en los músculos y las articulaciones después del ejercicio.
Varios estudios clínicos han demostrado los efectos anti-inflamatorios de la Niacinamida y sus beneficios en reumatismo y osteoartritis. El Pantotenato o vitamina B5 ha demostrado influir en la cicatrización de heridas y la síntesis de colágeno. Algunos estudios también han demostrado que los niveles bajos de ácido pantoténico (vitamina B5) están inversamente relacionados con un aumento del dolor y rigidez articular.
Los minerales son necesarios para la función normal de las células y sirven como cofactores en varios de los muchos procesos enzimáticos implicados en la síntesis de macromoléculas del tejido conectivo. El Calcio y el Fósforo (en forma de fosfatos) y vitamina D son importantes para la salud de las articulaciones y los huesos. La vitamina D, además de sus efectos sobre el metabolismo del calcio, también desempeña un papel en la rotación normal del cartílago articular.
El Selenio es especialmente importante para los deportistas por su actividad antioxidante que ejerce de forma sinérgica formando equipo junto con la vitamina E.
El Zinc, el Boro y el Manganeso son cofactores esenciales en la síntesis de tejido conectivo. El zinc actúa principalmente como cofactor en muchos sistemas enzimáticos que regulan la proliferación celular y el crecimiento y en la integridad inmune. La disminución de la síntesis de colágeno y la fuerza así como la alteración de la cicatrización se ve en los tejidos con deficiencias de zinc.
El Cobre es una coenzima de lisil-oxidasa, que es esencial para la conversión de colágeno y elastina, y, posteriormente, para la función articular. También tiene propiedades anti-inflamatorias y pueden aliviar el dolor en las articulaciones artríticas y dañadas.
En HSNstore tienes una amplia gama de productos de vitaminas y minerales para el post-entrenamiento:
La vitamina C está implicada en la hidroxilación enzimática de prolina para formar 4-hidroxiprolina, un aminoácido que es una parte integral de colágeno y elastina. Esta vitamina puede resultar una ayuda eficaz en la práctica deportiva por la simple razón que, a mayor actividad mayor desgaste de los tejidos y del colágeno.
La investigación sobre la vitamina C muestra que puede tener importantes efectos en la reducción del dolor y la inflamación después del ejercicio físico. Un estudio mostró que 400 mg diarios de vitamina C reduce el dolor post ejercicio y la inflamación. Una mayor transpiración acelera la pérdida de esta vitamina por ello es imprescindible reponerla tras el ejercicio. La vitamina C es un excelente antioxidante y como ya sabemos, el ejercicio produce radicales libres que dañan al organismo por diferentes vías; la vitamina C combate muy eficazmente estos radicales libres.
Otro beneficio indirecto en la práctica deportiva que puede derivarse de la vitamina C es su acción sobre el sistema inmune. Si un deportista tiene mejoras defensas estará inmune a gripes, resfriados y otras dolencias que le impedirán rendir de forma óptima.
Además de ser un antioxidante, la vitamina E, se ha demostrado para reducir el daño muscular inducido por el ejercicio y dolor de daño muscular en pacientes artríticos. Tanto la vitamina C y E son importantes en el tratamiento de condiciones artríticas, como se muestra en los estudios, posiblemente reduciendo el estrés oxidativo.
En épocas de recuperación de una lesión o de una operación, así como en deportes donde se exija un fuerte desgaste muscular, la ingesta de vitamina E por encima de la media favorece la recuperación y el trabajo muscular, a la vez que reduce las agujetas y el daño oxidativo. Incluso, existen estudios clínicos que indican que la suplementación con vitamina E y C reducen inflamación y el dolor en los músculos y las articulaciones después del ejercicio.
Varios estudios clínicos han demostrado los efectos anti-inflamatorios de la Niacinamida y sus beneficios en reumatismo y osteoartritis. El Pantotenato o vitamina B5 ha demostrado influir en la cicatrización de heridas y la síntesis de colágeno. Algunos estudios también han demostrado que los niveles bajos de ácido pantoténico (vitamina B5) están inversamente relacionados con un aumento del dolor y rigidez articular.
Los minerales son necesarios para la función normal de las células y sirven como cofactores en varios de los muchos procesos enzimáticos implicados en la síntesis de macromoléculas del tejido conectivo. El Calcio y el Fósforo (en forma de fosfatos) y vitamina D son importantes para la salud de las articulaciones y los huesos. La vitamina D, además de sus efectos sobre el metabolismo del calcio, también desempeña un papel en la rotación normal del cartílago articular.
El Selenio es especialmente importante para los deportistas por su actividad antioxidante que ejerce de forma sinérgica formando equipo junto con la vitamina E.
El Zinc, el Boro y el Manganeso son cofactores esenciales en la síntesis de tejido conectivo. El zinc actúa principalmente como cofactor en muchos sistemas enzimáticos que regulan la proliferación celular y el crecimiento y en la integridad inmune. La disminución de la síntesis de colágeno y la fuerza así como la alteración de la cicatrización se ve en los tejidos con deficiencias de zinc.
El Cobre es una coenzima de lisil-oxidasa, que es esencial para la conversión de colágeno y elastina, y, posteriormente, para la función articular. También tiene propiedades anti-inflamatorias y pueden aliviar el dolor en las articulaciones artríticas y dañadas.
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