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domingo, 9 de diciembre de 2012

COME SIN ENGORDAR



      
Cuida tu consumo de agua, muchos alimentos la contienen y si lo haces en exceso se pierden electrolitos.

Estar a dieta no significa tener que pasar hambre ni sacrificios para lograr una figura casi perfecta, el secreto está en balancear y combinar los alimentos para así obtener todos sus beneficios.

La nutrióloga Nelda Garza indica que una dieta consiste en balancear lo que se consume, incluyendo carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y fibra, los siete elementos naturales combinados.

"Es básico conocer y definir los alimentos y sus nutrientes desde que somos pequeños, para elegir una dieta sana y a nuestro gusto, y más que una dieta elaborar nuestro plan de alimentación para bajar de peso".

Hay múltiples variedades de dietas, algunas exigen el consumo de 700 calorías, matando de hambre a quien las respeta, partiendo de este punto, es natural que se baje de peso, pero la nutrióloga asegura que no es la mejor opción.

"Lo primero es enseñarnos y aprender a comer, porque hay una incultura sobre saber comer y esto no tiene que ver con que no se tenga dinero".

Si quieres bajar de peso, Garza recomienda fijar metas realistas, por ejemplo, bajar cinco kilos por mes que pueden llegar a ocho.

"Las metas generan angustia cuando son imposibles de alcanzar, como querer bajar 30 kilos en tres meses a un paso de 10 kilos por mes, esto genera angustia porque no es una meta lógica", dice.

Después el siguiente paso es saber comer porque debe ser despacio para lograr una buena digestión y comer menos.

"Esto es muy bueno para la digestión, se saborean mejor los alimentos y ayuda a no aumentar de peso porque la saciedad llega más rápido".

Un buen tip es tomar un poco de agua antes de comer, para engañar un poco al estómago.

"Cuando se tiene mucha hambre se pueden tomar uno o dos vasos de agua unos 20 minutos antes de la comida; también se puede comer una fruta, pero hay quienes consideran que algunas, como la manzana, les provoca más apetito".

Tampoco hay que excederse en el consumo de agua, toma en cuenta que muchos alimentos la contienen, y aunque es importante, al tomar demasiada se empiezan a perder electrolitos.

"Lo más recomendable es no excederte, si no tomas agua trata de beber dos vasos diarios; si tomas dos vasos súbelo a cuatro, pero no excedas la dosis diaria recomendada".

La dieta debe ser personalizada, por eso se requiere visitar al nutriólogo para que elabore un plan de acuerdo a los gustos, tipo de trabajo y actividades de cada persona.

"En una dieta todo está permitido, se puede comer carne roja, blanca, grasas, de preferencia de origen vegetal, además de frutas, verduras, habas, frijoles, garbanzo y lentejas, todas las leguminosas".

Esto aunado a un programa de ejercicio traerá muchos beneficios que saltarán a la vista.

"El ejercicio mejora el sistema circulatorio, la función pulmonar y evita que las piernas se atrofien, además, previene la pérdida de calcio, y si camina diariamente quemará calorías".

Come despacio

Esto mejora la digestión, pues el cerebro capta mejor la sensación de estar satisfecho, y de ese modo no se come en exceso, además, al comer despacio entra menos aire en los alimentos y se tiene menos molestias digestivas.

No te acuestes después de comer

Si acostumbras tomar una siesta después de los alimentos, trata de que ésta no sea por más de 20 a 30 minutos, y en la noche después de cenar trata de acostarte cuando menos dos horas después de haber cenado, para completar la fase de digestión en el estómago.

Come tres veces al día

Trata de comer porciones equilibradas durante el desayuno, comida y cena, procurando que ésta última sea ligera, y nunca te brinques un alimento, porque puede causar un hambre exagerada que da como resultado una comida posterior abundante.

Si comes demasiado trata de ingerir un tentempié a media mañana o tarde, y evita las comidas abundantes o de buffet.

No tomes mucho líquido con las comidas

El exceso de líquido diluye los jugos gástricos y entorpece la digestión de los alimentos, por lo que se recomienda comerlos sin líquidos o tomar algún vaso de agua natural o de frutas, a excepción de los refrescos embotellados.

Entre comidas puedes tomar líquidos con mayor libertad, cuando la digestión haya terminado.

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