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viernes, 13 de julio de 2012

ANOREXIA NERVIOSA

¿Qué es la anorexia nerviosa?La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que fue descrita por primera vez a mediados del siglo XIX. Se caracteriza por una profunda distorsión de la imagen corporal y una implacable búsqueda de la delgadez que puede conducir a la inanición; hay una pérdida deliberada de peso, inducida o mantenida por el mismo enfermo. El paciente se niega a mantener un peso mínimo dentro de la normalidad, tiene miedo intenso a ganar peso.
Generalmente se inicia en la adolescencia por lo que afecta principalmente a mujeres jóvenes. Es 10 veces más frecuente en mujeres que en hombres. Es difícil estimar la prevalencia (cantidad total de casos en nuestra población) de esta enfermedad, pero se estima que aproximadamente entre el 0,5 y el 1% de las chicas adolescentes padecen anorexia nerviosa.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la anorexia nerviosa?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los criterios diagnósticos de la anorexia nerviosa son los siguientes:
Debido a las similitudes con la bulimia nerviosa, y para diferenciar la anorexia nerviosa de este otro trastorno de la conducta alimentaria, hay que descartar que haya episodios de sobrealimentación o de atracones de comida, así como que no exista una preocupación persistente y una compulsión por la comida. Estos síntomas son fundamentales para el diagnóstico de la bulimia nerviosa.
  • Pérdida significativa de peso, o falta de ganancia de peso en los niños, de modo que el peso corporal se mantiene al menos un 15% por debajo del peso normal esperado para la edad y estatura correspondientes.
  • La pérdida de peso es autoprovocada mediante el rechazo a los alimentos que engordan, o bien mediante vómitos autoinducidos, el uso de medicamentos laxantes, diuréticos (que les hace orinar más frecuentemente) o fármacos que suprimen el apetito, o el ejercicio excesivo. Es frecuente que los pacientes se inventen reglas respecto a qué comidas están permitidas, o que afirmen que el ejercicio es necesario después de ingerir cierta cantidad de comida.
  • Distorsión de la imagen corporal junto con un miedo intenso y persistente a ganar peso o engordar, todo ello unido a la sensación constante de estar gordos, incluso cuando su peso es objetivamente inferior al de otras personas de su misma altura, de modo que el paciente se impone un límite muy inferior al de su peso corporal. Es decir, quienes padecen anorexia nerviosa persiguen un peso ideal muy bajo.
  • La pérdida de peso causa trastornos hormonales que puede dar lugar, entre otras secuelas, a la pérdida del período en las mujeres, y a impotencia y pérdida del interés sexual en los varones.
De interés
Lea en nuestra sección 'Depresión y salud mental' artículos relacionados:

Factores biológicos
Recientemente se ha descrito la participación de factores genéticos en la vulnerabilidad a desarrollar anorexia nerviosa. Asimismo, también pueden ser importantes en la aparición de la anorexia nerviosa alteraciones en las endorfinas cerebrales, en la serotonina y en diversas hormonas.

Factores psicológicos
Factores como un fallecimiento en la familia, el abuso infantil y otras formas de estrés pueden ser potenciales desencadenantes de la anorexia. Asimismo, estos pacientes son a menudo excesivamente perfeccionistas y pueden presentar rasgos obsesivos. También se ha visto una asociación entre los trastornos depresivos y la anorexia nerviosa, de modo que estos pacientes presentan con frecuencia una baja autoestima y una baja autoconfianza.

Factores socio-culturales
Son importante las presiones sociales y culturales en torno a la delgadez y el ejercicio físico. Como ocurre en la bulimia nerviosa, los pacientes con anorexia nerviosa suelen presentar un alto rendimiento escolar. Ciertos grupos profesionales como las bailarinas o las modelos presentan un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Con frecuencia hay una relaciones excesivamente estrechas y problemáticas con los padres.

¿Cuáles son las causas de la anorexia nerviosa?
Las causas de la anorexia nerviosa continúan sin conocerse. Sin embargo, en la mayoría de casos se produce por una combinación de factores biológicos, psicológicos y socio-culturales:

¿Qué evolución tiene la anorexia nerviosa?
El curso y la evolución de la anorexia nerviosa varía enormemente en función de una serie de características. Así, hay casos que presentan una curación espontánea, sin tratamiento, si bien éstos son una minoría, mientras que en el otro extremo hay casos que presentan una cronificación de síntomas, con un deterioro gradual del estado general de la paciente que puede llevar hasta la muerte. Cuanto antes se inicia el tratamiento, mayores son las posibilidades de recuperación. No obstante, la anorexia nerviosa puede durar meses o años, y pueden ser necesarios muchos más años antes de que se recupere un peso normal.
Se consideran factores de mal pronóstico un inicio tardío de los síntomas (pasada la adolescencia), la persistencia de los síntomas durante años, unas malas relaciones entre la paciente y sus familiares más cercanos, unos rasgos de personalidad alterados, y un muy bajo peso al inicio del tratamiento.

Alteraciones cardiovasculares
  • Arritmias cardiacas
  • Atrofia del miocardio
  • Hipotensión y desvanecimientos
  • Edemas en piernas y brazos
Problemas gastrointestinales
  • Estreñimiento y cólicos digestivos
  • Dilatación aguda del estómago
Alteraciones óseas y musculares
  • Osteoporosis, que causa huesos frágiles
  • Parada en el crecimiento
  • Parálisis musculares
  • Atrofia cortical
  • Alteraciones neurológicas
Alteraciones metabólicas y endocrinas
Complicaciones urinarias
Complicaciones hematológicas
  • Disminución del número de células sanguíneas
  • Alteración en la inmunidad
Trastornos dermatológicos
  • Aparición de vello en el cuerpo (lanugo)
  • La piel se vuelve más seca
  • Enrojecimiento de la piel
Problemas psiquiátricos
  • Depresión
  • Pérdida de la concentración
  • Trastornos obsesivos
  • Aumento del riesgo de suicidio
Complicaciones de la anorexia nerviosa
Es frecuente que los pacientes con anorexia nerviosa pierdan el interés en relacionarse con sus amigos. Asimismo, pueden experimentar una serie de complicaciones:

El tratamiento tiene como objetivo
  • Hacer que la persona recobre un peso saludable
  • Restaurar unas pautas alimentarias saludables
  • Tratar cualquier complicación física o asociada con problemas psiquiátricos asociados
  • Abordar pensamientos, sentimientos y creencias concernientes a la comida y a la imagen corporal
  • Conseguir el apoyo familiar.
Tratamientos psicológicos
Diversas intervenciones de tipo psicológico vienen siendo utilizadas tanto en la bulimia nerviosa, como en el tratamiento de este tipo de trastorno de la conducta alimentaria:
  • La terapia cognitivo conductual: es la modalidad de tratamiento psicológico más frecuentemente utilizada para la bulimia nerviosa. Esta modalidad de tratamiento ha sido desarrollado a partir de las terapias cognitivas desarrolladas previamente para la depresión y otras patologías psiquiátricas.
  • Terapia motivacional: suele ser particularmente útil en las etapas iniciales del tratamiento.
  • Terapia interpersonal
  • Terapia cognitivo analítica: es una modalidad terapéutica de breve duración, generalmente entre 16 y 20 sesiones, que combina elementos de la terapia cognitiva y de las psicoterapias de orientación psicodinámica.
  • Terapia racional emotiva
  • Terapia de familia: este es un elemento fundamental del tratamiento en un importante número de casos.
  • Otras terapias de grupo
¿Cuál es el tratamiento de la anorexia nerviosa?
No hay un único tratamiento que se haya demostrado efectivo en todos los casos y variará dependiendo de las circunstancias individuales. Si bien el tratamiento de la anorexia nerviosa incluye tanto tratamiento farmacológico como psicológico -tal como ocurre en la bulimia nerviosa y en la mayoría de trastornos psiquiátricos- es la combinación de ambas estrategias la que logra una mejor respuesta.
Por lo general, el tratamiento de los pacientes con anorexia nerviosa se realiza en ambulatorio. Sin embargo, el ingreso hospitalario (preferentemente en unidades especializadas) será necesario cuando haya habido fracasos repetidos del tratamiento ambulatorio, cuando coexistan problemas físicos o psicológicos que hagan necesario un tratamiento más intensivo, o cuando el estado nutricional del paciente lo requiera, siendo aconsejable cuando el peso del paciente haya bajado un 20-25% del que le corresponda por edad y altura.
Asimismo, los grupos y libros de autoayuda son de utilidad para algunas pacientes.

Tratamientos farmacológicos
En algunos casos, es necesaria la administración de medicación. Los fármacos se utilizan en el tratamiento de la anorexia nerviosa, fundamentalmente para promover la ganancia de peso, para tratar la depresión u otros síntomas psiquiátricos asociados, para el tratamiento de las complicaciones médicas, así como para la prevención de recaídas. Los medicamentos que se pueden utilizar son los siguientes:
  • Fármacos antidepresivos: en parte, debido a la alta frecuencia con que se observan los síntomas depresivos y obsesivos en pacientes anoréxicos, los antidepresivos, bien administrados solos o en combinación con alguna psicoterapia son los fármacos más utilizados en esta enfermedad. La clomipramina o los inhibidores de la recaptación de serotonina como la fluoxetina, la fluvoxamina, la paroxetina, la setralina o el citalopram son los que han mostrado un mejor resultado, si bien hay que esperar a que se haya logrado cierta ganancia de peso antes de observar sus efectos.
  • Estimulantes del apetito: los estudios de investigación que han evaluado la eficacia de fármacos como la ciproheptadina, clonidina, naloxona u otros fármacos estimulantes del apetito, no han mostrado ninguna ventaja de estos medicamentos en el tratamiento de la anorexia nerviosa.
  • Otros fármacos: la risperidona, la olanzapina, el litio, o los ansiolíticos pueden ser útiles en determinados subgrupos de pacientes.
Dr. René Klinkby Stovring, especialista en Endocrinología; Dra. Kirsten Hørder, especialista en Psiquiatría Infantil; Dr. Paul Klenerman, especialista en Enfermedades Infectocontagiosas; Dr. John Powell, especialista en Salud Pública; Dr. Michael Sharpe, especialista en Psicología Médica

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